Algunas pautas para que la dieta del niño sea más rica en verduras
1. Predique con el ejemplo. Es fundamental que aquellas personas con las que el niño comparte los espacios y tiempos para comer, consuman habitualmente verduras. Es recomendable que el niño, excepto cuando aún es un bebé, no coma antes o después de los adultos, sino con ellos.
2. Mejore la presentación y varíe los platos. A nadie le gusta repetir la comida muy a menudo. Es importante también que nos ocupemos de su presentación. "El grado de atracción y apetencia de las verduras dependerá de cómo las cocinemos y las enseñamos".
3. Mejor los sabores dulce y ácido. Las zanahorias, el brócoli, las setas, el tomate y el calabacín son una buena opción ya que no aportan sabores amargos o extraños.
4. No imponer, sino razonar. Dependiendo de la edad del niño es conveniente darle algunas explicaciones breves acerca de los beneficios e inconvenientes de comer verdura.
Fuente: El País
